La Daga de la Cueva del Yeso
El Museo Histórico Arqueológico de Baena expondrá próximamente la daga que fue localizada en la Cueva del Yeso. Se trata de una daga de orejas nazarí de los siglos XIV-XV, denominada de esta manera por la forma y disposición de los dos apéndices discoidales en los que se divide su pomo. Las dagas de orejas son consideradas, junto con las espadas jinetas, como la aportación más importante de la colección de armas nazarí. Se cree que su origen es norteafricano, iniciando su desarrollo en España en el Reino de Granada, alcanzando gran difusión entre los siglos XV y XVI, motivo por el cual fueron introducidas en Italia a principios del siglo XVI y conocidas en el resto de Europa. Como curiosidad podemos destacar que un arma de este tipo se encontraba entre la indumentaria que al parecer llevaba Muhammad XII, Boabdil, al ser capturado en 1483 durante la batalla de Lucena por las tropas de Diego Fernández de Córdoba, a quien fueron cedidas por los Reyes Católicos. A diferencia de la mayor parte de dagas y espadas, la empuñadura estaba forjada en una sola pieza junto con la hoja y después de su fabricación se le añadían las cachas mediante remaches pasantes, lo cual le otorgaba una gran resistencia estructural. Se cree que su uso estaba casi limitado al de misericordia, siendo especialmente eficaz para penetrar los resquicios de las armaduras de placas y los yelmos de los caballeros heridos.
Esta daga fue localizada entre el caos de bloques de la Sala del Pozo; sala que es visitable al encontrarse al final del recorrido habilitado. Este descubrimiento supone un cambio en la historia conocida de la cavidad, dado que demuestra que ya era explorada al menos 500 años antes de las primeras crónicas espeleológicas conocidas. Además lo extraño de su localización, entre una serie de bloques desprendidos de la galería superior, nos abre la puerta al misterio de su portador, el objetivo de exploración y la suerte que pudo correr. Quién sabe si sus restos reposan bajo ese montículo rocoso. Tal vez algún día tengamos respuesta a todas estas incógnitas.
